jueves, 1 de junio de 2017

¿Cuáles son las características de un agresor?

Las investigaciones han demostrado que hay una serie de características propias tanto del agresor como de la víctima. Veamos las más importantes.

El agresor

Resultado de imagen para agresor
Características físicas
Suele tener una edad superior a la media del grupo; suele actuar en grupo; es (en su mayoría) varón y suele tener un aspecto físico fuerte e intimidatorio.

Características académicas
El rendimiento escolar es bajo; la actitud general hacia escuela y el profesorado es negativa, aunque suele tener algunas relaciones de amistad en la escuela.

Características de personalidad
En general, son niños muy ansiosos, agresivos, provocadores, son extravertidos y tienen la autoestima más bien alta. No suelen acatar normas en general, y tienen poco autocontrol.

Otras características de personalidad suelen ser: la tendencia a la crueldad; la impulsividad, la inestabilidad emocional, las dotes de liderazgo y la escasa empatía. Tienden a buscar víctimas fáciles (alumnos aislados socialmente, física o psicológicamente débiles, poco dispuestos a plantar cara…) y una “recompensa” en el acoso: extorsión (la víctima entrega dinero o bienes) y/o humillación.
A menudo justifican la agresión en la “provocación” de la víctima, o en sus propios prejuicios (mecanismo del “chivo expiatorio”). Por ejemplo, en el acoso homofóbico los cómplices del acoso encuentran “diversión” en los episodios de acoso (a veces lo graban con el móvil, por ejemplo), lo que refuerza su actitud hacia la víctima.

Características del contexto familiar
Tienen una alta autonomía y escaso control por parte de los padres; sin embargo sus hogares no son especialmente desorganizados. En casa suele haber cierto nivel de conflicto, escaso afecto-apego y modelos de conducta violentos y, como en la escuela, suele mantener una actitud negativa en general

Características de las relaciones con sus iguales
En general suelen obtener una aceptación moderada, ya que se muestran muy agresivos pero aún así mantienen muchas relaciones sociales.

El chico causante del acoso escolar no tiene por qué padecer ningún trastorno de la personalidad ni enfermedad mental. Sin embargo, si suelen presentar algún tipo de psicopatología. Los problemas de índole psicológica más frecuentes entre los niños que ejercen el bullying sobre sus propios compañeros son los siguientes:

Carencia de empatía: Sin incapaces de ponerse en el lugar de su víctima y son totalmente insensibles al dolor de ésta.

Ansía de atención: Los agresores escolares desean de forma enfermiza ser líderes del grupo y ser protagonistas. Ésta es una de las principales razones por las que se rodea de un grupo y suele cometer las agresiones en presencia de público.

Gusto por la manipulación: Los niños que ejercen bullying, por esa necesidad de protagonismo y poder de la que hablábamos antes, suelen ejercer la manipulación, para la que muestran un gran talento. Usan esta capacidad para conseguir seguidores, para convencer a estos de que la victima merece las agresiones y para parecer inocentes ante los adultos.

Distorsiones cognitivas: Los niños agresores interpretan la realidad a su forma, evitando la responsabilidad (que hace recaer en la victima). Gracias a estas distorsiones, el “bully” no siente el menor sentido de culpa.
Resultado de imagen para persona confundida

Debemos señalar, por último, que la mayoría de las conductas de acoso escolar se dan en adolescentes entre los 12 y los 16 años. En estas edades, se conjugan múltiples factores: cambios hormonales, cambios de personalidad, de conducta… Todos estos factores hacen que los adolescentes se sientan confusos, buscando su personalidad y su lugar en el grupo. Los niños acosadores buscarían ese papel a través del protagonismo que ganan en su grupo con las acciones de acoso.

Como reconocer a un acosador

8 pautas para reconocer a posibles acosadores
Resultado de imagen para acosador
Lo primero es identificar conductas indicativas de que nuestro hijo está acosando a otros compañeros en el colegio o instituto. Estos rasgos pueden ayudarte a reconocer esa tendencia:

1. Falta de empatía
Al niño le resulta muy complicado tener empatía y meterse en la piel de otros y, como consecuencia de ello, es a veces cruel con quienes le rodean. Tras esa conducta poco amable no parece sentirse mal consigo mismo ni arrepentido por su comportamiento.

2. No controla su ira
Es normal que nuestro hijo sienta rabia en ocasiones, pero dicha rabia ha de estar sometida a un cierto control y asociada a un previo ataque de terceros. Los niños con tendencia acosadora se enfadan con mucha facilidad, tienen una muy baja tolerancia a la frustración, son caprichosos y exigentes con los padres y nada parece ser suficiente para ellos.

3. No reflexiona
El chico no integra adecuadamente actos y consecuencias de los mismos, por lo que la relación entre ambos es caótica y aleatoria.

4. No tiene habilidades para la resolución de conflictos
Carece de herramientas o habilidades para resolver el conflicto que se presente, o en su caso, para pedir ayuda. Ante una situación conflictiva, el niño se frustra y seguidamente entra en ira. Todo ello desemboca en actos agresivos con sus compañeros, sin importarle las consecuencias, ya que solo quiere expresar dicho estado emocional.

 5. Baja autoestima 
La falta de seguridad en sí mismo propicia las demostraciones de poder sobre otros. La constante necesidad de hacerse notar y marcado sentido del ridículo sale al exterior en forma de conducta dominante y agresiva.

6. No conoce los límites
El menor hace su voluntad, tiene asimilados pocos límites en su comportamiento y no da explicaciones a sus padres de sus actos. Esto puede estar provocado por una ausencia de control parental que hace que el menor no se sienta observado y crea que tiene vía libre para campar a sus anchas.

7. Llamar la atención
 Muchos comportamientos de acoso responden a la necesidad del menor de obtener la atención de sus padres. Conseguirla, aunque sea a través de conductas agresivas con los demás, es un premio para él.

8. Manía persecutoria
El niño tiene una percepción errónea de la intencionalidad de los otros; piensa que los demás están en su contra y que el mundo es un lugar hostil donde la única defensa eficiente es un ataque. La agresividad, física, verbal y psicológica, constituye la piedra angular de su interacción con un entorno que está siempre al acecho. Esperando un momento de debilidad suya para echársele encima.


Mi hijo es acosador, ¿y ahora qué hago?

Aunque te cueste asumirlo, no trivialices la situación ni la dejes pasar. Tampoco culpes a otros de la conducta del niño. Los expertos recomiendan predicar con el ejemplo: si tu hijo es violento o agresivo con otras personas, no uses tú ese tipo de comportamientos para sancionar su actitud. Eso no le ayuda a comprender su error. Al castigo debe acompañar una adecuada comunicación con tu hijo: muéstrale tu confianza y escúchale, ayúdale a manifestar sus frustraciones sin agredir a otros.
Resultado de imagen para preguntandose
Muchas veces el comportamiento del acosador se debe a la incapacidad para asumir límites. Si ese es el caso, establece normas – siempre razonando, que entienda por qué son necesarias- y exige su cumplimiento.

También se puede canalizar su energía en alguna actividad que le guste: un deporte, la música… buscad cosas que le motiven para que se centre en ellas. Intenta volcar su forma de ser hacia alguna acción positiva: puede aprovechar su capacidad de liderazgo para implicarse en alguna causa social, por ejemplo.

Ayúdale a desarrollar su empatía, a ponerse en el lugar de otras personas y saber cómo se sienten. También podéis adquirir una mascota y que él se responsabilice de cuidarla. Anímale a compartir y a ayudar, a que conozca la satisfacción de resolver un conflicto de forma pacífica.


Habla con sus profesores y mantente informado de su evolución en el colegio. Juntos será más fácil resolver el problema.

Prevención y control del acoso escolar


¿Se puede proteger a tu hijo para que no se convierta en un acosador ni en un acosado? Pues, claro que sí. Por lo menos, existen algunas pautas que pueden ayudar tanto a la familia como a los educadores y a la sociedad de un modo general, a prevenir este fenómeno. Luchar contra el bullying es una responsabilidad de todos. Cada parte implicada debe cumplir su papel.

Resultado de imagen para amigos abrazados

El acoso escolar y la familia
Educar es una tarea muy difícil ya que los padres ni las madres son expertos en pedagogía o han nacido ya preparados para educar a sus hijos. Pero la familia se construye y su estado es considerado esencial para la socialización de los niños, a través de la transmisión de valores, normas o comportamientos. La familia es la que tiene que establecer lo que es inaceptable y lo que es aceptable, en casa y en las relaciones sociales.

Según los expertos en acoso escolar, la ausencia de reglas, la falta de supervisión y de control razonables de la conducta de los hijos fuera del colegio, de lo que hacen y con quién van, una disciplina demasiado dura, la falta de comunicación y la presencia de tensiones y de peleas en la familia, pueden llevar a los hijos a la adquisición de conductas agresivas.

Reglas básicas contra el acoso
1. Preocuparse por los hijos, hablando con ellos y creando un canal de diálogo. Evitar los monólogos. Se aprende y se conoce mejor a los hijos, escuchándoles.

2. Estar pendiente de los posibles síntomas como nerviosismo, falta de apetito, insomnio, bajo rendimiento escolar o fobia escolar.

3. Controlar y supervisar las conductas de los hijos, observando qué hacen, a dónde van, con quién juegan, cuáles son sus intereses y proyectos.

4. Determinar los límites y las normas. Exigir el cumplimiento de las elementales.

5. Educar para controlar las emociones, para comportarse con los demás y para convivir con otros.

6. Observar los comportamientos, estados de ánimo y cambios en los hábitos de los niños.

El papel de la escuela en el acoso
El tipo de disciplina que exista en las aulas y en el centro escolar es de fundamental importancia en la construcción de una buena conducta. La constante supervisión de la conducta de los niños en las aulas y en el patio, así como en el comedor, cuenta a la hora de detectar si está o no ocurriendo algún caso de acoso escolar. Profesores y cuidadores deben estar presentes y pendientes, siempre.

En un principio, no cerrar los ojos a la realidad. Establecer reglas para evitar el bullying, mantener un buzón de sugerencias y de quejas siempre abierto, tratar el tema a través de cursos, conferencias o tutorías, poner a cuidadores o vigilantes en el comedor, en el recreo, y en otras zonas de riesgo, introducir y mantener asignaturas de educación en valores, e intervenir de una forma rápida, directa y contundente en el caso de haya alguna sospecha de acoso escolar.

Resultado de imagen para amigos abrazados


México #1 en bullying

México ocupa el primer lugar a nivel internacional en bullying

En el país se han registrado 18 millones 781 mil 875 casos de acoso escolar, denuncia especialista en violencia escolar
Resultado de imagen para bullying

1 de cada 6 suicidios en México son provocados por acoso escolar.

CIUDAD DE MÉXICO, 10 de septiembre.- México ocupa el primer lugar a nivel internacional en acoso escolar o bullying, con un total de 18 millones 781 mil 875 casos, de acuerdo con la especialista en violencia escolar, Rocío Alonso Rubio, durante la conferencia " Violencia Escolar-Bullying" , en el marco del primer Foro por los Derechos de la Niñez y la Adolescencia en Michoacán.

Desafortunadamente, México ya no sólo ocupa el primer lugar en niños obesos, también ocupa el primer lugar en casos de acoso escolar… dice la OCDE que el año pasado, 18 millones, casi 19 millones de los 26 millones que tenemos de alumnos en el país, han sufrido algún tipo de violencia en la escuela", dijo la experta.
Resultado de imagen para bullying

La especialista comentó que ha aumentado el índice de suicidios de menores en un rango que va de los 10 a los 13 años, y añadió que uno de cada 6 suicidios se deben a que los menores sufrieron acoso escolar o bullying.

La Dirección General de Prevención del Delito de la Procuraduría General de la República dice que uno de cada 6 jóvenes víctimas de acoso escolar se suicida. Nosotros hemos tratado a chiquitos de 7 y 8 años que intentaron suicidarse por acoso escolar, hoy están en atención”, reveló Alonso Rubio.

Detalló que de acuerdo con estudios del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el 60 por ciento de los más de 26 millones de estudiantes de educación básica han sufrido de acoso escolar.